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#China

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Las/los defensores y defensoras de derechos humanos de China desarrollan sus tareas en un ambiente muy hostil; durante la presidencia de Xi Jinping se ha restringido aún más el espacio en el que operan. Las/las DDH chinos/as trabajan activamente en varias ámbitos, en los que se incluyen abogados, periodistas, académicos, quienes hacen campaña por la transparencia, activistas del derecho a la tierra y a la vivienda, blogueros/as, escritores/as, activistas de lucha contra el VIH/SIDA y quienes promueven los derechos de las minorías étnicas. Más allá del tema del que se ocupan, el gobierno toma represalias contra los/as DDH que señalan abusos, cuestionan a las autoridades o trabajan en red para apoyar a colegas detenidos/as, que van desde el hostigamiento e intimidación cotidianos hacia sus familiares hasta la detención, desaparición, tortura y encarcelamiento.

Asimismo, los/las defensores/as deben operar limitados por una legislación muy restrictiva y la vaga redacción de las leyes es utilizada para castigarles. A pesar de que la Constitución de China garantiza las libertades de expresión, prensa, asociación y manifestación, el gobierno de Xi ha utilizado los cargos por "incitar a la subversión contra el poder del Estado" para encarcelar a quienes se manifiestan y actúan en defensa de los derechos de los demás. En el 2016, la aplicación de la acusación del delito grave de "subversión contra el poder del Estado" formulada contra varios influyentes abogados de derechos humanos ha representado una escalada en el ataque de las autoridades contra la comunidad de derechos humanos y sugiere la existencia de un cambio de políticas que describe a los/as DDH directamente como enemigos del Estado.

Respecto de la libertad de asociación, la Regulación para el registro y administración de organizaciones sociales requiere la preaprobación gubernamental para la inscripción de una ONG. Para lograrlo, las ONG deben encontrar una agencia del gobierno dispuesta a auspiciarla, lo que implica que ninguna ONG que se ocupe de derechos humanos obtiene el permiso para inscribirse. Para evadir esta reglamentación, algunas ONG, aquellas que tienen permitido existir pero no hallan una agencia gubernamental que las auspicie, se inscriben como empresas, lo que las deja libradas al hostigamiento de varios brazos de la burocracia del Estado. Dado que en el ámbito local el financiamiento del que se dispone para las ONG es muy escaso, particularmente para aquellas que trabajan atendiendo lo que se denomina temas "sensibles", tradicionalmente muchas de ellas no han tenido más opción que solicitar financiamiento desde el exterior. En el 2015, se publicaron los proyectos de ley relativos a la administración de ONG extranjeras en China que tornarían ilegal que las ONG y DDH reciban fondos desde ONG del exterior que no estén registradas en la China continental. Además de cortarle a las organizaciones locales las fuentes de financiamiento esenciales, estas leyes aislarán aún más a la sociedad civil china de las oportunidades, intercambios y trabajo en redes en el ámbito internacional, sofocando así su posible crecimiento.

Aquellos/as abogados que atienden casos de derechos humanos suelen ser señalados y reciben una atención especial de parte de las autoridades, quienes los someten regularmente a variadas formas de vigilancia y presión, entre ellas hostigamiento, arresto domiciliario y cárcel. Muchos de los más destacados defensores/as de derechos humanos de China son abogados/as que han sido castigados por el Estado por intentar responsabilizar a las autoridades según su propia legislación. En el verano del 2015 pudo verse una gran ofensiva contra la estos profesionales, cuando más de 300 abogados/as, asistentes legales o familiares fueron detenidos/as, interrogados/as u hostigados/as. Unos seis meses después, más de 20 personas siguen detenidas de alguna forma, mientras que decenas de otras tienen prohibido salir del país. Algunos de los arrestados/as fueron mostrados en la televisión estatal china "confesando" sus "delitos" antes de que se llevara a cabo el juicio; pocos de los que están bajo custodia fueron autorizados a reunirse con sus abogados.

En el Tíbet y las áreas habitadas por tibetanos/as del oeste de China y Xinjiang, las condiciones en que operan los/as DDH se han deteriorado drásticamente desde los estallidos de violencia de los años 2008 y 20090, respectivamente. Desde entonces, estas áreas fueron inundadas con personal de seguridad chino, lo que hace aún más dificultoso para los activistas desarrollar su tarea legítima de defensa de los derechos humanos. Desde el 2009, ocurrieron una serie de autoinmolaciones de tibetanos en Sichuan, Qinghai, provincias de Gansu y Tibet, en protesta contra el gobierno de China y exigiendo que se autorice al Dalai Lama a regresar a Lhasa. También se han visto desórdenes y violencia esporádicos en Xinjiang, pero dado que la policía ha cerrado estas áreas se hace difícil obtener información precisa sobre la labor de los/as DDH que trabajan allí. En enero de 2014, fue silenciada una de las pocas voces uigur que se levantaba en defensa de los derechos de su pueblo, cuando el declarado académico y defensor de derechos humanos Ilham Tohti fue llevado de su domicilio en Pekín y luego arrestado, acusado de "separatismo". Ese mismo año fue sentenciado a cadena perpetua.

Así como la economía china ha crecido, también aumentó su deseo de ir más allá de sus fronteras en el esfuerzo por controlar los textos informativos sobre derechos humanos. Se produjeron secuestros de DDH chinos/as en Tailandia y Birmania/Myanmar, en momentos en que la crítica de la comunidad internacional está enmudecida mientras los países luchan para asegurar los acuerdos económicos con la segunda mayor economía mundial. A pesar de los riesgos que corren en su país, los/las DDH continúan organizando redes, dando a conocer los abusos y apoyándose unos a otros cuando son detenidos/as, golpeados/as, torturados/as o encarcelados/as. Pese a que se ha incrementado la represión en manos del gobierno de Xi Jinping, el número de DDH chinos/as ha aumentado, dando muestras así de la resiliencia de este movimiento en el país.

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