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#Omán

#Omán

Los/as defensores/as de derechos humanos (DDH) y quienes critican las políticas del gobierno o expresan su disenso siguen siendo tomados como blanco y sometidos a pesadas restricciones. Muchos/as DDH son objeto de hostigamiento, detención arbitraria y torturas durante la detención. Fueron arrestados cientos de académicos, periodistas y comentaristas, acusados y a veces mantenidos detenidos incomunicados por participar en protestas o criticar al Sultán Qaboos.

Los servicios de seguridad vigilan constantemente a los/as DDH y los citan a interrogatorios. Las organizaciones de derechos humanos independientes no están autorizadas a operar dentro del país. Además del Código Penal, se utilizan las leyes de tecnología de la información y de prensa y publicaciones para silenciar a los/as defensores/as y a las voces independientes.

Visto que, por el muy limitado acceso a los medios de difusión audiovisuales e impresos, los/as DDH se apoyan fundamentalmente en las plataformas en línea, el control sobre Internet es muy estricto. Aquellos sitios web considerados sensibles o controversiales fueron bloqueados, entre ellos los dedicados a noticias y sobre derechos humanos. Varios/as DDH tienen bloqueadas o hakeadas sus páginas personales en las redes sociales