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5 Julio 2017

Defendiendo el medio ambiente, defendiendo la vida

En el Día Mundial del Medio Ambiente, honramos la lucha de las y los defensores de derechos humanos de Guatemala que están arriesgando sus vidas por los derechos medioambientales.

Hace dos semanas, el defensor de la tierra y los derechos indígenas Carlos Maaz Coc Junto con otros/as pescadores/as y campesinos/as, protestaba contra la contaminación causada por los proyectos de minería de níquel en su región.

Aunque se trataba de una manifestación pacífica, las autoridades guatemaltecas enviaron a la unidad antidisturbios para reprimirla. El uso desproporcionado de la fuerza, incluido el uso de balas de goma, municiones reales, bombas de gas y bombas de sonido, causó que muchas personas fueran gravemente heridas. Carlos fue asesinado a tiros. Las balas golpearon su pecho y murió en el acto.

Carlos y otros/as defensores/as de derechos humanos de las comunidades mayas Q’eqchi que viven a orillas del lago Izabal han arriesgado -y muchas veces han perdido- sus vidas exigiendo pacíficamente aire limpio, agua y tierra.

Defender el medio ambiente en Guatemala es una tarea peligrosa: quienes resisten han sido amenazados/as, atacados/as, encarcelados/as y asesinados/as.

Antes de los asesinatos, muchas veces hay intimidaciones, amenazas, campañas de desprestigio y criminalización. El defensor de derechos humanos Abelino Chub Caal, que acompaña a las comunidades que viven cerca del Lago Izabal, ha sido detenido por cuatro meses, acusado falsamente de “usurpación agravada”, “incendio”, “coacción”, “asociación ilícita” y “agrupaciones ilegales de gente armada”.

Abelino está actualmente detenido en Ciudad de Guatemala, a más de 200 kilómetros de distancia de su casa y su familia. Además desde el 2016 ha sido objeto de campañas de difamación que le representan falsamente como un criminal y un narcotraficante.

Abelino labora como promotor social para la Fundación Guillermo Toriello. Entre sus áreas de trabajo, cuenta con el desarrollar condiciones dignas de vivienda, recuperación de la memoria histórica, desarrollo local y desarrollo rural. Como parte de su trabajo de derechos humanos, Abelino Chub Caal fue a menudo un mediador entre comunidades luchando por su territorio, autoridades locales e intereses del sector privado.

Mientras los defensores y las defensoras de los derechos humanos son tratados/as como criminales, no se exige responsabilidades a los autores de abusos contra los derechos humanos.

La defensora de los derechos humanos Angélica Choc ha pasado los últimos 7 años luchando por la justicia. En 2009, Mynor Padilla -un ex militar que trabajaba como guardia de seguridad privado en la mina de níquel en El Estor- mató a su marido Adolfo Ich Chamán. A pesar de todas las pruebas contra él, el 6 de abril de este año, un tribunal guatemalteco absolvió a Padilla. Angélica, que ha hablado valientemente contra la corrupción, la injusticia y las violaciones de derechos humanos, sigue siendo objeto de amenazas y acoso.

Las violaciones a los derechos humanos relacionadas con la minería en El Estor datan de 2006, cuando el gobierno otorgó licencias de explotación minera a la Compañía Guatemalteca de Níquel (CGN), subsidiaria local de la empresa canadiense HudBay Minerals Inc. El gobierno no solicitó el consentimiento previo, informado y libre de las comunidades indígenas de El Estor. Las actividades mineras en los alrededores del Lago Izabal han causado la contaminación del mismo por metales tóxicos, como el níquel, el cromo y el cadmio. Esto ha puesto en peligro los derechos de las comunidades indígenas, quienes utilizan el lago para la pesca y como su principal fuente de agua potable.

Los agentes de seguridad contratados por la compañía minera han sido responsables de ataques brutales y violencia contra la población local. A finales de 2006, las comunidades locales mayas Q’eqchi comenzaron a reclamar sus territorios ancestrales y las tierras de donde fueron violentamente desalojados durante la guerra civil (1960–1996). La compañía minera pidió a la policía local que desalojara a las comunidades indígenas. Junto con policías y oficiales militares, el personal de seguridad de la compañía minera violó a 11 mujeres en la comunidad, quemó cientos de casas y atacó a los/as campesinos/as.

Tres años después, un grupo de guardias de seguridad que trabajaban para la compañía minera atacó de nuevo a la comunidad. La población local trataba de resistir una ocupación ilegal y protestar. Los guardias reaccionaron disparando contra los/as civiles que estaban desarmados/as. Padilla disparó a German Chub, quién quedó paralítico y perdió un pulmón. Luego, Padilla y sus guardias detuvieron a Adolfo Ich Chamán, defensor de derechos humanos, profesor en una escuela y respetado líder comunitario que había estado denunciando el impacto negativo de las actividades mineras en El Estor. Los guardias de seguridad le asesinaron brutalmente.

A pesar de la violencia y los abusos que han sufrido, los defensores y las defensoras de derechos humanos en El Estor no han perdido la esperanza. En los tribunales y en las calles, mantienen su lucha contra de las empresas poderosas y en defensa de los derechos de sus comunidades.

En el Día Mundial del Medio Ambiente, Front Line Defenders honra la lucha de defensores/as ambientales en Guatemala y en otras partes del mundo, que arriesgan su vida por proteger el agua, la tierra y el aire que pertenecen a sus comunidades.