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#Sudán del Sur

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La violencia que ejercen las fuerzas del gobierno, los grupos de milicias progobierno y los grupos armados opositores constituyen el telón de fondo de los continuados actos de hostigamiento, arrestos arbitrarios, detenciones incomunicadas y presuntas torturas contra defensores y defensoras de derechos humanos (DDH) de parte de las fuerzas militares y de seguridad sudanesas. La libertad de expresión y la libre asociación y reunión están cada vez más limitadas. Están especialmente en la mira los/as integrantes de las ONG, periodistas y activistas estudiantiles.

Los/as defensores/as de derechos humanos son vulnerables al arresto arbitrario y la detención de parte del Servicio Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISS). En el 2010, la Ley Nacional de Seguridad otorgó al NISS grandes poderes para arrestar y detener personas durante hasta cuatro meses y medio sin intervención judicial, y con impunidad absoluta cuando la detención es arbitraria. Los/as defensores/as de derechos humanos han sido incomunicados, sin acceso a representación legal y se les han negado las visitas de familiares sin mediar razones. A menudo los/as DDH detenidos son alojados/as en celdas del NISS, que están fuera de la jurisdicción de la ley de prisiones y su reglamentación, donde son objeto de maltrato y actos de tortura.

Los/as defensores/as de derechos humanos del Nilo Azul, una zona en guerra, sufren severos actos de hostigamiento debido a la ley de emergencia. Son tomados como blanco por el gobierno y los grupos militantes por su tarea activa en favor de los derechos humanos, especialmente por su tarea con desplazados internos. Defensores/as de derechos humanos y líderes comunitarios de este área hacen frente a juicios militares y muchos debieron huir y continuar con su labor desde fuera de Sudán.

Hoy día continúa la represión de la sociedad civil que comenzó después de la decisión del la Corte Penal Internacional del 4 de marzo de 2009 respecto del arresto del presidente Omar Al Bashir. Además de la clausura inicial de trece organizaciones internacionales y muchas ONG locales, a fines del 2012 la Comisión de Asuntos Humanitarios (HAC, en inglés), el organismo que regula la tarea de las ONG y el Ministerio de Cultura ordenaron la clausura de cinco organizaciones culturales y de derechos humanos, entre ellas ARRY Organisation for Human Rights and Development (ARRY), el Al Khatim Adlan Centre for Enlightment and Human Development (KACE), el Sudanese Studies Center (SSC), the Narrative and Criticism Forum (NCF) y Beit Al Finoon. Aquellos/as DDH que protestaron por estas clausuras fueron arrestados/as.

Las defensoras de derechos de las mujeres hacen frente a violencia sexual, procesamiento judicial y duros castigos, impuestos por las fuerzas de seguridad del gobierno. Las organizaciones de mujeres son vigiladas de cerca y luchan contra leyes que, en general, discriminan a la mujer.

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