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#Somalia

#Somalia

Somalia continúa siendo un ambiente muy inseguro para defensores/as de derechos humanos(DDH), periodistas y trabajadores/as humanitarios/as, a pesar del optimismo que han generado los progresos en la lucha contra Al Shabaab, un grupo armado islamista que se enfrenta a las fuerzas armadas del gobierno desde hace años.

La legislación sobre la prensa sancionada en Somalia en el 2009 permite el estricto control del gobierno sobre los medios de comunicación. En febrero de 2013, el gobierno somalí lanzó una consulta generalizada dirigida a reformar esta ley. Sin embargo, estas consultas no trajeron cambios sustanciales, y el proyecto adoptado por el Consejo de Ministros somalí en julio de 2013 sigue conteniendo errores groseros: requiere que los periodistas revelen sus fuentes y prohíbe la difusión de cualquier información que sea considerada contra el Islam o las tradiciones somalís.

El asesinato de periodistas y otros profesionales de los medios de comunicación forzó a muchos a ejercer la autocensura. Acusados de trabajar contra la paz y la seguridad, las autoridades prohibieron canales de televisión y clausuraron periódicos. Periodistas y corresponsales de radio que cubrían los choques entre Al-Sabaab y las fuerzas del TFG o las atrocidades cometidas por ambas partes fueron objeto de arrestos arbitrarios y forzados a borrar sus notas, imágenes o fotografías. Desde ambos lados del conflicto han intentado reiteradamente impedir que los/as periodistas cumplan con su tarea y lleven al público información sobre el conflicto.