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#Etiopía

#Etiopía

En Etiopía, los/as defensores/as de derechos humanos desarrollan su trabajo en condiciones muy difíciles, caracterizadas por amenazas, actos de intimidación, restricciones a las libertades de expresión, asociación y reunión, acoso judicial, arrestos arbitrarios. La legislación represiva sancionada en los últimos años tuvo éxito al silenciar a la sociedad civil. Las grandes restricciones impuestas al financiamiento externo siguen minando la tarea y la eficacia de las organizaciones no gubernamentales (ONG). Varios defensores y defensoras de derechos humanos y periodistas fueron forzados a huir del país, mientras que quienes permanecen allí se autocensuran por temor a un ataque o al acoso.

Los reiterados arrestos y actos de intimidación generaron un clima de temor entre los/as DDH, lo que limita aún más su tarea. Los/as DDH suelen ser acusados de terrorismo, de responder a una agenda política, de ser "mensajeros de gobiernos occidentales", y estas acusaciones llegan ya sea en forma de agresiones verbales y campañas de difamación o bajo la forma de acusaciones penales. Se ha negado el acceso a organizaciones internacionales de derechos humanos, objeto de campañas de difamación al igual que sus asociadas locales. Los/as DDH que trabajan por el estado de derecho, la educación y concientización en materia de derechos humanos, la documentación de abusos y la supervisión de las cárceles son blanco de agresiones. Los/as DDH que participan en la supervisión del sistema de justicia, los procedimientos en la corte o la observancia del debido proceso durante los procesos penales, también son blanco de ataques, sujetos a hostigamiento físico a la vez que con frecuencia se les niega el derecho a observar procesos judiciales públicos.

Los periodistas que informan sobre temas relativos a la democracia y derechos humanos y denuncian corrupción son objeto de hostigamiento, arrestos y criminalización según lo dispuesto por la legislación contra el terrorismo. Se conocen constantes denuncias de tortura y maltrato durante el interrogatorio de los periodistas arrestados.