El defensor de derechos humanos Butch Rosales asesinado a tiros en Cebu

El 8 de agosto de 2018, el defensor de derechos humanos y voluntario de Rise-Up Butch Rosales fue asesinado a tiros a plena luz del día cuando se dirigía a Mandaue, Punta Engaño, Lapu-Lapu City en la provincia de Cebu.

Butch Rosales era un defensor de los derechos humanos de las personas desfavorecidas en la ciudad como organizador laboral. También fue voluntario de Rise Up for Life and for Rights. Su labor consistía en dar apoyo y organizar a las familias de las víctimas de la llamada "guerra contra las drogas" del gobierno filipino. Rise Up es una red de defensores/as de derechos humanos y voluntarios/as que trabajan para proteger la vida y los derechos humanos en la "guerra contra las drogas", así como luchar contra los asesinatos y las violaciones extrajudiciales relacionadas con ella bajo el gobierno de Rodrigo Duterte.

El 8 de agosto de 2018, Butch Rosales se montó en un jeepney (transporte público utilizado en Filipinas) para llegar a Mandaue. Ocupó un asiento en la parte delantera del jeepney y recibió un disparo por parte de un atacante no identificado desde la parte trasera del vehículo. El defensor de derechos humanos recibió múltiples disparos en la cabeza y murió en el acto. El atacante escapó con otro hombre no identificado que le estaba esperando en una motocicleta cerca. Ninguno de los dos iba enmascarado, lo que apunta a un cinismo acrecentado por el clima de impunidad que prevalece en Filipinas.

En su último Informe Anual, Front Line Defenders informó del asesinato de 60 defensores/as de derechos humanos en Filipinas.

Front Line Defenders condena firmemente el asesinato de Butch Rosales y considera que el único motivo del mismo fue su labor legítima y pacífica de defensa de los derechos humanos en Filipinas.