Si bien la nueva Constitución promulgada en el 2008 contiene clausulas referidas al ambiente y su protección, en los últimos dos años el gobierno ha permitido el ingreso de corporaciones multinacionales para explotar las reservas de gas y petróleo en detrimento y hasta la devastación del ambiente y las comunidades indígenas. Los/as DDH que trabajan por el ambiente se encuentran cada vez más en la mira y necesitados de protección.
El decreto presidencial del 2013 que pone en la mira a las organizaciones de la sociedad civil trajo como consecuencia la clausura de una entidad (Fundación Pachamama), pero la amenaza de clausura sobrevuela otras (Fundamedios) y ha tenido un efecto de enfriamiento en el periodismo. Más aún, el uso que hace el presidente de los medios de comunicación controlados por el estado para hostigar, estigmatizar y difamar a los/as DDH por sus nombres especialmente en su programa televisivo de los sábados por la mañana) ha vuelto cautelosos a muchos DDH.