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Testimonio de Diane Rodríguez Zambrano

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Testimonio de Diane Rodríguez Zambrano

Mi nombre es Diane Rodríguez, soy parte de un colectivo activista que se llama la Asociación Silueta X en Ecuador. Mis nombres anteriores fueron Luis Benedicto. Soy una mujer transexual que lucha por los derechos de las poblaciones LGBT con énfasis en las personas trans e intersex.

Ser LGBT, pero sobre todo transexual en Ecuador no es fácil. A los 16 años, en una discusión con mi madre, salí del closet y le confesé que era LGBT. Eso fue una catástrofe para ella. Mi padrastro luego de eso me echó de la casa. Pase un par de meses en la calle, viviendo en casa de amigos. Los primeros días pasé hambre, hasta que conocí el trabajo el sexual y pude sobrevivir de este. Mi madre en una ocasión me encontró y regresé a mi casa con muchas condiciones que no me permitieron ser feliz como cualquier adolescente transexual.

Luego de mucho sufrimiento y varias iglesias de distintas religiones que intentaron deshomosexualizarme, me gradué y empecé a trabajar. De todos los trabajos me botaban porque mi aspecto era muy femenino. Hasta que demande a una de esas empresas. Eso se convirtió en uno de mis precedentes que me convencieron de la lucha por los derechos humanos, no solo por mí sino por el resto de LGBT. A pesar que hacia activismo desde los 18 años a escondidas cuando regrese a mi casa y a pesar que a los 23 años cuando demandé al hotel no les gané, fue una experiencia que me permitieron crecer como activista.

Luego de esto senté varios precedentes legales como por ejemplo: Demanda al registro civil para cambiar mis nombres de masculino a femenino y con esto sentar un precedente legal en todo Ecuador; haber sido la primera candidata abiertamente LGBT en postularme a un cargo de elección popular en el 2013; haber liderado la primera y consecuentes reuniones históricas con el poder ejecutivo de Ecuador creando el acuerdo 21525 para políticas públicas en favor de los LGBT; Demandar uno de los canales de televisión más grandes de Ecuador por burlarse de los LGBT con sus programas cómicos, el cual les ganamos sentando otro precedente legal; Crear el primer centro Psicomedico LGBT con especialidad en Transexualidad; Realizar la recolección de 82 asesinatos desde el año 1990 hasta el 2013, con el cual estoy exigiendo justicia al estado actualmente; gestionar la Unión de hecho entre personas homosexuales, un derecho similar al matrimonio igualitario; Lanzar el primer cuento para niños que posiblemente serían transexuales; Impulsar la Federación Ecuatoriana de Organizaciones LGBT que aglutina a más de sesenta colectivos comunitarios del país y quienes me eligieron como presidenta nacional; Visibilizar el embarazo de mi novio transexual Fernando Machado, que fomenta el debate sobre las familias diversas; entre otras luchas.

En el año 2012, fui secuestrada y poco faltó para ser violada, justamente por el trabajo activista que realizo en mi país. Quedé traumatizada dos meses, pero me recuperé y continué con la lucha LGBT. En el 2014 cuatro individuos armados fueron a buscarme en las oficinas de Silueta X, por dos ocasiones con la intención de matarme. Esto sumados a mensajes en los que describían que iban a mutilarme. Esto no me ha detenido. Tomé seguridades. He continuado con la lucha activista por los derechos LGBT, aunque al final de todo yo no disfrute de esos derechos, pero sí para que otras generaciones puedan vivir, sin discriminación, sin violencia y en paz. Invito a todos, que a pesar que en ocasiones las cosas estén muy mal, de esas cosas malas aprendamos y las transformemos en cosas positivas para la sociedad. Hoy todo lo negativo que viví desde mi adolescencia lo convierto en acciones positivas, y aunque la exposición activista representa un riesgo, esa exposición se ve recompensada no solo en el momento en que tú como defensor te conviertes en el escudo para el resto de personas, sino que además su recompensa se ve en la mirada de gratitud de tus pares, para mí, es más que la satisfacción de la defensa de los derechos humanos, y sólo en un momento así, se me forma un nudo en la garganta y se desarma mi corazón… Los defensores de los derechos humanos como los que estamos presente y como los que están en distintas partes del mundo, existimos para que nos desarmen nuestros corazones… existimos por los otros, existimos para provocar impacto social a través de nuestras demandas, existimos única y exclusivamente para promover la paz.

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Diane Rodriguez Zambrano
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He continuado con la lucha activista por los derechos LGBT, aunque al final de todo yo no disfrute de esos derechos, pero sí para que otras generaciones puedan vivir, sin discriminación, sin violencia y en paz.

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