Asesinato de la defensora de derechos indígenas Berta Cáceres
Pese a que es muy duro, muy doloroso, hemos aprendido también a luchar con alegría. Creo que eso es lo que nos alienta. Y saber que aquí no hay otro planeta de repuesto. Solo hay uno.
- Berta Cáceres, defensora de derechos humanos
Hay un tipo especial de valentía necesaria para llevar a cabo un trabajo en el país más letal en el mundo en el que hacerlo. Para los/as defensores/as de derechos ambientales, ese país es Honduras.
El 3 de marzo de 2016, unos atacantes no identificados irrumpieron en el domicilio de la recocida defensora indígena Berta Cáceres y le asesinaron. Berta era una mujer indígena lenca que, durante los últimos 20 años, ha defendido el territorio y los derechos de su comunidad.
En 1993, Berta co-fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas Populares (COPINH), el cual organizó feroces campañas contra los megaproyectos que violaban los derechos ambientales y a la tierra de las comunidades locales. Berta se enfrentó, y a menudo derrotó, a madereros ilegales, dueños de las plantaciones, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban los suministros de alimentos y agua a las comunidades indígenas. Como respuesta a su batalla por los derechos de su pueblo y de otros grupos indígenas de Honduras, recibió amenazas de muerte, violación y ataque físico. Se enfrentó a cargos falsos de "posesión ilegal de un arma de fuego poniendo en peligro la seguridad del Estado de Honduras," usurpación de tierras, y coacción. También fue acusada de provocar más de 3 millones de dólares americanos en daños y perjuicios a DESA, una empresa hidroeléctrica.
En una entrevista con La Prensa, su hermano Gustavo ha declarado:
Berta Cáceres recibió cientos de amenazas y siempre dio la cara. Nunca utilizó un arma para protestar, porque su arma era su voz, para denunciar violaciones a los derechos de las poblaciones indígenas y la destrucción de los recursos naturales.
En reconocimiento a los peligros a los que se enfrentaba por defender a la población indígena de Honduras, Berta fue seleccionada como finalista para el Premio Front Line Defenders para defensores/as de derechos humanos en riesgo 2014 y, en 2015, recibió el premio más importante del mundo para defensores del medio ambiente. Berta ganó el Premio Goldman por la batalla del COPIHN en contra de la construcción de la "cascada de Agua Zarca" - cuatro presas gigantes en la cuenca del río Gualcarque con el potencial de matar de hambre a comunidades enteras. Como resultado de las protestas locales, dos empresas implicadas en la construcción de la presa - Sinohydro y la Corporación Financiera Internacional - se retiraron del proyecto.
Cuando la noticia de su asesinato irrumpió a través de las redes sociales y los medios de prensa en español, muchos han ubicado su horrible muerte junto con la de los cientos otros y otras activistas indígenas que han sido matados en Honduras por defender el derecho a la tierra de sus comunidades.
En su Informe Anual 2016, Front Line Defenders denunció que el 45 por ciento de las muertes de DDH en todo el mundo estaban vinculados a la defensa de la tierra, el medio ambiente y los derechos indígenas. Durante los últimos cinco años, más personas han sido asesinadas en Honduras por habitante, como resultado de sus esfuerzos para defender la tierra y el medio ambiente, que en cualquier otro país, de acuerdo con un informe de la ONG británica Global Witness.
Asesinato de Berta Cáceres: carta pública dirigida al presidente Hernandez de Honduras
Pero la muerte de Berta no es un número o nombre más en la larga lista de defensores que arriesgaron - y en última instancia perdieron - sus vidas para defender a los pueblos indígenas. Su muerte es tan sólo un fragmento de la larga historia de una mujer que ha empoderado a comunidades enteras a luchar por sus tierras y medios de vida. Ayer fue su último día en las primeras filas de esa lucha. Pero el espíritu que motivó su trabajo continúa en la poderosa organización que construyó y en las poblaciones que ha luchado para proteger. Sigue existiendo en la estrategia de los defensores de derechos humanos de Honduras, que aprendieron del enfoque inteligente de Berta para luchar contra la explotación colonial y capitalista, en las casas de los líderes indígenas que instó a participar, y en las salas de juntas de las empresas multinacionales que ahora saben que antes de las talas, la minería o la construcción de grandes presas en tierras robadas, van a tener que enfrentarse a las y los defensores/as de derechos humanos como Berta Cáceres.
Hemos aprendido también a luchar con alegría, con esperanza, con fe. Hemos aprendido a luchar en diversidad. Hemos aprendido a luchar con musica, con ceremonias, con espiritualidad. Donde nos acompañan nuestros ancestros y ancestras, nuestros Nahuales, nuestros espíritus. Eso es. Creo que eso es lo que nos alienta. - Berta Cáceres
Front Line Defenders condena en los términos más enérgicos el asesinato de la defensora de derechos humanos Berta Cáceres, y llama a las autoridades de Honduras a que lleven a cabo una investigación exhaustiva sobre su asesinato, y a que protejan a los/as defensores/as de derechos humanos que defienden pacífica y legítimamente los derechos de sus comunidades.
Berta Cáceres era un poderosa y pacífica defensora de derechos humanos. Ha soportado más de dos décadas de amenazas e intimidaciones para proteger a su propia comunidad, así como a miles de otras poblaciones indígenas en Honduras. Ella construyó un movimiento que no se pueden matar. - Mary Lawlor, Directora Ejecutiva de Front Line Defenders