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Desaparición de Mendoza Ramos

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Sobre la Situación

El 22 de enero de 2019, Carlos Mendoza Ramos apareció. Fue encontrado con heridas leves debido a la tentativa de homicidio y a la persecución a la que fue sometido, y de la cual logró escapar.

El 20 de enero de 2019, el líder local y defensor de derechos humanos Carlos Mendoza Ramos fue desaparecido de forma violenta por un grupo armado local cuando se encontraba en su residencia en la comunidad de Cerro Caliente, Oaxaca. Su paradero sigue siendo desconocido.

Sobre Carlos Mendoza Ramos

Carlos Mendoza 2Carlos Mendoza Ramos es uno de los dirigentes de la Unión Campesina e Indígena Nacional (UCIN) y defensor de derechos humanos en la región de la chinanteca, en Oaxaca. Asumió la dirección de la UCIN tras el asesinato de su hermano Jeremías Mendoza Ramos en 2015 y ha jugado un papel clave en la exigencia de justicia para el caso.

28 Enero 2019
Carlos Mendoza Ramos apareció

El 22 de enero de 2019, Carlos Mendoza Ramos apareció. Fue encontrado con heridas leves debido a la tentativa de homicidio y a la persecución a la que fue sometido, y de la cual logró escapar. Sin embargo, el defensor de derechos humanos y sus familiares aún enfrentan un riesgo alto de nuevos ataques. Front Line Defenders sigue extremamente preocupada por la seguridad de Carlos Mendoza Ramos.

22 Enero 2019
Desaparición del líder indígena Carlos Mendoza Ramos

El 20 de enero de 2019, el líder local y defensor de derechos humanos Carlos Mendoza Ramos fue desaparecido de forma violenta por un grupo armado local cuando se encontraba en su residencia en la comunidad de Cerro Caliente, Oaxaca. Su paradero sigue siendo desconocido.

Carlos Mendoza Ramos es uno de los dirigentes de la Unión Campesina e Indígena Nacional (UCIN) y defensor de derechos humanos en la región de la chinanteca, en Oaxaca. Asumió la dirección de la UCIN tras el asesinato de su hermano Jeremías Mendoza Ramos en 2015 y ha jugado un papel clave en la exigencia de justicia para el caso.

En la tarde del 20 de enero de 2019, Carlos Mendoza Ramos fue secuestrado mientras permanecía en su residencia en la comunidad de Cerro Caliente, en Santiago Jocotepec, Chaoapam, Oaxaca, por integrantes de un grupo armado conocido localmente por realizar robos y asesinatos con un alto grado de impunidad. Los integrantes del grupo armado llegaron a la casa de Carlos Mendoza Ramos, agredieron verbal y físicamente a sus familiares y exigieron información sobre el paradero del defensor y su hermano Gargonio Mendoza Ramos, quien también es un líder local en NICU.

Durante el ataque, la madre de Carlos Mendoza Ramos gritó para advertirle que el grupo armado le estaba buscando, lo cual le dio tiempo para huir de la casa. A continuación, uno de los perpetradores golpeó a su madre y la amenazó con arma de fuego mientras los otros persiguían al defensor y disparaban en su dirección.

Minutos después, el mismo grupo allanó la casa de Gustavo Cruz, otro defensor de derechos humanos de la región, integrante del Consejo Indígena Popular de Ricardo Flores Magón (Consejo Indígena Popular de Oaxaca, Ricardo Flores Magón, RFM de la CIPO). Gustavo Cruz recibió un disparo delante de su esposa e hijos, y más tarde murió esa misma noche del 20 de enero como resultado de las heridas de bala.

El defensor de derechos humanos Carlos Mendoza Ramos empezó a recibir amenazas en 2015, cuando asumió el liderazgo social dentro de su comunidad tras el asesinato de su hermano Jeremías Mendoza Ramos. El grupo armado involucrado en el asesinato de Jeremías Mendoza Ramos es el mismo responsable de su actual desaparición.

La desaparición de Carlos Mendoza Ramos fue denunciada ante las autoridades, incluida la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, la cual fue informada esa misma noche sobre los hechos. Hasta el momento se desconoce el paradero del defensor.

Los casos de graves violaciones de derechos humanos, como asesinatos, desapariciones y torturas, han aumentado en la región de Oaxaca, donde la situación endémica de impunidad sigue sin abordarse adecuadamente por parte de las autoridades locales y nacionales. Desde 2010, el estado de Oaxaca ha sido uno de los tres lugares más peligrosos para las personas defensoras de derechos humanos en México. En 2018, se registraron otros casos de desapariciones de defensoras y defensores de derechos humanos como el de Agustín Silva Vázquez, Sergio Rivera Hernández y Ernesto Sernas García.

El trabajo de las personas defensoras de derechos humanos en México conlleva riesgos muy elevados, incluidos frecuentes asesinatos y desapariciones. Recientemente, el 20 de enero de 2019, el defensor de derechos humanos y periodista Rafael Murúa Manríquez fue asesinado tras ser desaparecido el día anterior en el estado de Baja California Sur, luego de varias amenazas y ataques en su contra.

Front Line Defenders expresa su preocupación por el secuestro de Carlos Mendoza Ramos, ya que se cree está vinculado a su actividad legítima en la defensa de los de derechos humanos. Front Line Defenders reitera su preocupación por el clima de impunidad y la falta de protección de las y los defensores de derechos humanos en México.

Front Line Defenders insta a las autoridades de México a que:

1. Inicien una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la desaparición del defensor de derechos humanos Carlos Mendoza Ramos, con el fin de garantizar su protección y liberación con vida, publicando los resultados y llevando a los responsables ante la justicia de acuerdo con los estándares internacionales.

2. Condenen fuertemente el asesinato de Gustavo Cruz;

3. Lleven a cabo una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre el asesinato de Gustavo Cruz, con miras a publicar los resultados y llevar a los responsables ante la justicia de acuerdo con las normas internacionales;

4. Tomen todas las medidas necesarias para garantizar la protección de los familiares de Carlos Mendoza Ramos y Gustavo Cruz, garantizando su seguridad e integridad física y psicológica;

5. Garanticen que todos los defensores y defensoras de derechos humanos en México, en el desarrollo de sus actividades legítimas en defensa de los derechos humanos, puedan operar libremente sin miedo a restricciones ni represalias.